Análisis de la depresión
Basado en un modelo de simulación con Vensim
Carlos Camacho
vararey@us.es
El modelo que ofrecemos aquí puede considerarse como una aproximación
desde la perspectiva de la Dinámica de Sistemas a los mecanismos que dan
lugar a una depresión de carácter exógena.
Digamos en primer lugar que consideramos la depresión como un caso
particular de estabilidad de un sistema. En este sentido, enlazamos con el
planteamiento general de la teoría de sistemas, merced a la cual los distintos
sistemas presentan principios de organización equivalentes, estos es, existe un
cierto isomorfismo entre diferentes tipos de sistemas, sean éstos físicos,
biológicos, sociales o psicológicos.
Algunos conceptos nos han resultado útiles, tales como el de variedad
requerida de Ashby merced al cual la estabilidad (y por qué no, la
supervivencia) de un organismo depende de su capacidad de generar una
variedad de respuestas equivalente a la variedad de perturbaciones a las que
es sometido. Igualmente, el concepto de tasa de renovación de Margalef nos
ha resultado provechoso para comprender los procesos de cambio en los
distintos subsistemas del modelo. Y por último la Teoría de Catástrofes de
Thom, que explica cómo una pequeña perturbación en un sistema pude
provocar la ruptura de equilibrio.
El modelo en cuestión consta de cuatro subsistemas: Logro, Cogniciones,
Emociones y Energía (o biológico). El subsistema de Logro es el más exterior
de todos ellos, a nivel de comportamiento humano, y es el que arrastra en sus
efectos al restos de subsistemas, cada uno de ellos más interior. Es en el
primer nivel donde se encuentran las mayores posibilidades de intervención,
afectando a los restantes sus consecuencias de una forma un tanto automática.
En una primera aproximación verbal al modelo diremos que la depresión surge
en un contexto de adaptación como consecuencia de un intento por parte del
sujeto por ofrecer una alternativa de respuesta a una determinada perturbación
del medio. Cuando esto sucede, y tras una cadena de acontecimientos, la
variable última del sistema -sistema biológico- queda afectada y la persona se
precipita en una depresión. En términos más concretos, diremos que el sujeto
no puede controlar ciertos acontecimientos del medio, percibe que carece de
control, lo que origina una respuesta emocional -ansiedad-, que será mayor
cuanto más negativa sea la interpretación establecida al respeto -cogniciones-.
Si la situación de ansiedad se hace persistente y alcanza una cierta intensidad,
se llegará a producir una alteración más o menos profunda del sistema
nervioso -agotamiento nervioso- que dará lugar a ciertas perturbaciones
fisiológicas: cansancio crónico, insomnio, anorexia ..etc. A partir de ahí el sujeto
carecerá de fuerzas para hacer frente a las demandas del medio, emitirá menos conducta, menos control y entrará en la dinámica del círculo vicioso.
Si tomamos la habilidad del sujeto, el sistema se mantiene estable en un
amplio rango de valores, pero es a partir de un cierto punto, aquí 0.43, cuando
la más mínima alteración implicará una perdida de equilibrio -catástrofe- y el
sujeto se precipitará en una depresión.
La gráfica muestra la recuperación del sistema cuando hay una
intervención en un determinado momento temporal. Obsérvese cómo el
subsistema biológico más interior, de menor tasa de renovación, presentan una
respuesta más tardía tanto en ser afectado por la falta de control como en
recuperarse de la depresión.
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