Modelo dinámico sobre el desarrollo de la salmonicultura
Basado en un modelo de simulación con Vensim
Lorenzo I. Andrade, landrade@ulagos.cl
Daniel A. López, dlopez@ulagos.cl
Universidad de Los Lagos. Chile
El desarrollo de la salmonicultura en Chile hasta hace poco, era visto por los principales actores del sector como una actividad pujante y en crecimiento continuo. Se hablaba de “crecimiento infinito” sin considerar ningún límite o barrera interna o externa. Los acontecimientos ocasionados por la aparición del virus ISA, que se manifestó con gran fuerza durante el año 2008 provocando la caída de la producción, determinó el cierre de centros de cultivo con variados efectos económicos (menores ingresos) y sociales (caída del empleo). Estos efectos pusieron en jaque el “modelo mental” subyacente en el sector y evidenció la necesidad de considerar los límites del crecimiento de la salmonicultura.
Se diseña un modelo conceptual basado en la metodología de dinámica de sistemas, que considera las relaciones de las variables más relevantes del cultivo de salmones. Se identifica la polaridad de cada relación causal con el fin de establecer los tipos de bucles o lazos de retroalimentación, ya sea negativos (“balanceadores”) como positivos (“reforzadores”).
El Modelo
El modelo considera una producción de salmones destinada a dar respuesta a un mercado sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Se asume que la motivación principal del sector productor de salmones y el “modelo mental” subyacente considera como fin principal el incremento continuo de las ganancias, incremento del capital y la inversión para seguir aumentando la producción; es decir se trata de un bucle reforzado o positivo. Asociado a este bucle reforzado, se puede identificar un bucle balanceado o negativo que actuaría como regulador de la producción, en el sentido de que un aumento de producción generaría más oferta lo cual haría bajar el precio y muy probablemente disminuiría los ingresos por venta. El precio de venta puede aumentar si la producción es limitada con la subsiguiente baja en la oferta o bien por una inversión en marketing y publicidad que haría aumentar la demanda, generando un nuevo bucle reforzador.
Considerando estos elementos se estaría frente a una actividad de continuo crecimiento, puesto que la demanda de salmón por parte de los consumidores ha tenido una tendencia creciente. De hecho mayores niveles de inversión e investigación pueden incluso aumentar el crecimiento. Sin embargo, factores ambientales y culturales pueden determinan límites. Estos tipos de variables interactúan dinámicamente.
Cuando se consideran situaciones propias del cultivo del recurso, se reconocen situaciones que tienden a estabilizar o poner límites al crecimiento. Así se pueden identificar el bucle estabilizador derivado del aumento de producción que se traduce en un aumento de la intensidad de cultivo (mayores densidades y mayor intensidad de la intervención humana), pero que tiende a disminuir el estado fisiológico de los peces en cultivo (“stress”) amenazando su sobrevivencia. Ello incluso puede posibilitar la aparición o brote de enfermedades como por ejemplo el virus ISA en Chile, lo cual tendría un efecto negativo en la producción de salmones. El impacto social negativo que tendría una enfermedad de salmones no controlada, sería elevado. Disminuirá la producción salmonera y por consiguiente los puestos de trabajo directos y actividades asociadas. Para mitigar este problema se podría eventualmente invertir en Investigación, Desarrollo e innovación (I&D&i), específicamente en el campo de la ictiopatología o enfermedades de los peces, lo cual permitiría establecer medidas de manejo destinadas a prevenir, controlar o tratar directamente el “stress” y la enfermedad de los peces. Esto generaría un bucle reforzador destinado a incrementar la producción. Por otro lado la inversión es un factor clave que permite reforzar la producción en forma directa haciéndola más eficiente, pero que puede propiciar también un incremento en la automatización de los procesos, lo cual también tiene efectos negativos en los puestos de trabajo (“la máquina reemplaza al hombre”). Debe tenerse presente que en Chile para producir 500 ton de salmón se requiere aproximadamente de 33 operarios; en Noruega, en cambio, con mayor uso de tecnología sólo se requieren dos personas.
La actividad salmonera tiene directa incidencia y un alto impacto en el plano económico y social, pero también es necesario considerar sus relaciones y efectos en el medio ambiente. Así por ejemplo, la alimentación de los salmones basada principalmente en insumos provenientes de la explotación pesquera, ejerce presión en forma indirecta sobre el tamaño de los stock de peces pelágicos. Existen alternativas de insumos agrícolas para la fabricación de alimentos de salmones, lo que sin embargo, no necesariamente hacen desaparecer la presión sobre los stock de peces pelágicos, lo cual establece límites para la producción. En el modelo se puede apreciar que la producción de insumos alternativos de origen agrícola para la fabricación de alimento de salmones, podría limitarse por la disponibilidad de terreno para el cultivo de insumos agrícolas utilizados en la fabricación de dietas, puesto que las tierras cultivables también son demandadas crecientemente por otras actividades de importancia (producción de alimentos para consumo humano; cultivo agrícola para biocombustible; urbanización).
La liberación de nutrientes como el P y el N, producto de los cultivos, aumentan la eutroficación, que también tendría efectos en contra de la salud de los salmones y por consiguiente afecta negativamente la producción de salmones. Las dietas con mayor proporción de insumos vegetales o la integración de cultivos de macroalgas destinadas a absorber los nutrientes liberados por el cultivo de salmones (cultivos integrados) pueden disminuir la eutroficación. Ello puede reforzar el crecimiento de la producción salmonera. Pero un alto porcentaje de insumos alternativos a la harina y aceite de pescado, pueden generar menor crecimiento o susceptibilidad a las enfermedades.
Otra variable importante es el espacio disponible para la salmonicultura (áreas y volúmenes) que es también un factor limitante. Sin embargo, es posible la optimización de su uso o la ampliación de su disponibilidad a través de la implementación de nuevas metodología y tecnologías de cultivo (circuito cerrado, oxigenación de las aguas, land-based, cultivos offshore y otras prácticas). Todo lo anterior exige mayores niveles de inversión. Por lo tanto la variable inversión estaría orientada principalmente a generar bucles de reforzamiento del crecimiento de la producción de salmones. El límite está dado por los costos de producción en relación al precio de venta.
Aunque es claro el impacto social en los indicadores de cesantía que tuvo el brote del virus ISA en la expansión de la producción, debe considerarse que estos efectos van más allá de la generación de empleos directos. A pesar que la inversión en tecnología y la investigación aplicada a la innovación presentes en el modelo están en función de superar las limitaciones impuestas a la producción salmonera, estas variables no evitan que la disponibilidad de insumos, la capacidad de carga del ambiente, el interés social o los usos alternativos del ambiente y los insumos, y aún los costos de producción, sean factores limitantes de la producción salmonera, aún en la situación de una “demanda infinita”, situación que es poco probable cuando se trata de mercados con bajos niveles de control y de productos de lujo. El modelo evidencia que existen factores que estimulan y limitan la producción de salmones, pero las relaciones son complejas y no lineales. Estas relaciones deben ser consideradas también en el cultivo incluso de especies endémicas de bajo nivel trófico.
Conclusiones
El modelo propuesto permite concluir que la producción salmonera es una actividad que debe estar regulada y que la inversión y la investigación aplicada deben verse más allá de sus opciones de reforzar el crecimiento, tratando de comprender su impacto con una visión ecosistémica, definiendo sus límites naturales y culturales, previendo además las consecuencias que podrían generarse cuando estos son sobrepasados, tanto en los aspectos económicos, sociales como ambientales.
(*) Puede solicitar información más detallada de este trabajo al autor
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