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Boletín de Dinámica de Sistemas

Gestión de los bosques de ribera

Basado en un modelo de simulación con Vensim

Mario Velamazán Ros y Rafael Escribano Bombín
mario@latizal.es

Los bosques propios de las riberas de los ríos mediterráneos están considerados como hábitats de interés por la Directiva 92/43/CEE y, por lo tanto, están protegidos por la legislación europea. Al encontrarse generalmente en los fértiles fondos de valle, históricamente han sido degradados e incorporados a las superficies de cultivo colindantes. Es por ello que en la actualidad se intenta recuperar su superficie mediante proyectos de repoblación, como en el caso que nos ocupa, a lo largo de los ríos Alhárabe, Quipar y Argos, en la Región de Murcia.

Bosques de ribera

El objetivo final de las repoblaciones llevadas a cabo entre los años 2002 y 2004 fue reproducir un característico bosque de ribera y que los corredores de vegetación creados a lo largo de los ríos sirviesen como conectores entre formaciones vegetales cercanas, también protegidas. Con el modelo creado se ha pretendido estimar el grado de consecución de los objetivos iniciales del proyecto con el fin de aproximar las posibilidades de éxito de futuras actuaciones y, en consecuencia, seleccionar con un mayor nivel de conocimiento, las alternativas en la elaboración de los mismos: elección de especies, preparación del terreno, mantenimiento…

Metodología

El modelo se ha elaborado con el programa VensimPLE 32 Versión 5.3. Los datos con los que se ha afinado se tomaron en dos muestreos llevados a cabo durante los años 2005 y 2007, en los que se midieron los árboles muertos por cada especie, las variables que podían haber influido en la aparición de esas pérdidas y el grado en que se habían conseguido los objetivos iniciales.

Resultados y discusión

El modelo, definido para un marco temporal de 10 años, se ha dividido en dos partes: una primera en la que se introducen las variables que definen las condiciones del territorio y se relacionan con el número de pérdidas, y una segunda en la que se evalúa hasta que punto se han alcanzado los objetivos. En ese segundo tramo, a partir de la comparación con un bosque bien conservado en la misma cuenca tomado como modelo, se cuantifica el grado de representatividad de la repoblación de ribera y el aumento de la conectividad en el paisaje derivado de esa repoblación.

Atendiendo a la información bibliográfica y a la recogida en el muestreo de campo, los tres factores que más han influido en el número de pérdidas han sido el uso de las riberas colindantes (Forestal, Agrícola o Urbano), el tipo de suelo (Fluvisoles, Cambisoles) y si había, o no, actividad ganadera (Pastoreo) dentro de los bosquetes. Atendiendo a los datos medios por tramo, se ha considerado que el primer factor explica un 30% de las pérdidas, el segundo un 20% y el tercero un 50%. También, de acuerdo con seguimientos anteriores de la misma repoblación, se ha supuesto un mayor numero de muertes el primer año, número que desciende el segundo año y que tiende a 0 a partir del tercero.

La segunda parte, que pretende evaluar el grado de consecución de los objetivos de la repoblación, parte de la estructura de bosque creada (Bosque). Lo hace a partir de los árboles plantados, a los que se resta el número de pérdidas calculado en la primera parte (N marras). Mediante el porcentaje de ejemplares de matorral y arbolado (Arbolado/Matorral) introducidos se calcula la densidad en cada estrato (D). A continuación, con el número de especies (R) y la anchura repoblada (Anchura Rep), se modeliza la estructura y la riqueza de la formación creada y, a partir de la comparación con un bosquete bien conservado en la misma cuenca, que se toma como modelo (Riqueza de especies en el estrato arbustivo=3; Riqueza de especies en el estrato arbolado=7; Densidad estrato arbustivo=86 pies/ha; Densidad estrato arbolado: 1500 pies/ha; Anchura =45 m) se asigna el porcentaje en que se ha conseguido representar (% Representatividad).

También en la segunda parte, se evalúa el grado en que ha mejorado la conectividad (%Conectividad) entre formaciones vegetales bien conservadas que están a los dos extremos de la repoblación, teniendo en cuenta las características geométricas de la formación creada. Se consideran la anchura (%Anchura), la sinuosidad del cauce (%Sinuosidad) y el número de discontinuidades (%Continuidad) creadas por carreteras...

El modelo elaborado reproduce los resultados observados durante el muestreo de campo, manteniéndose los porcentajes de pérdidas encontrados. Haciéndolo funcionar se observa como, en caso de que se minimizasen los impactos derivados de los usos del suelo colindantes, es decir, suponiendo que toda la repoblación discurriese entre territorios forestales y se acotase al pastoreo, la mejora en el número de ejemplares vivos a los tres y cinco años es sustancial. Sin embargo, ni representatividad ni conectividad se ven afectadas de manera considerable dentro de los intervalos en el número de pérdidas que se ha manejado, por lo que serán las variables anchura o porcentaje de especies de matorral y arbolado, las que modificarán en mayor medida el grado de consecución de los objetivos de las restauraciones y, por lo tanto, deberán recibir una mayor atención en el diseño de futuras actuaciones. Aunque no es objeto de este trabajo, es fácil comprobar como, añadiendo costes, se puede seleccionar la alternativa más económica, o como, considerando la precipitación estival como factor limitante en otras condiciones, se puede ajustar el número de riegos necesarios.

Bosques de ribera

Conclusiones

El modelo elaborado reproduce los resultados obtenidos en esta repoblación en concreto. Permite simular alternativas en futuras actuaciones, en las que los factores limitantes serán los mismos, incluso, con pequeñas modificaciones, puede ser de interés para otros tipos de repoblaciones en los que el factor limitante sea el agua en la época estival, y en los que, por lo tanto, el esfuerzo en la fase de diseño del proyecto deba orientarse a definir los riegos en la fase de implantación, o el grado de cobertura que debe tener el estrato arbolado bajo el que se actúe. El modelo no optimiza la solución, pero ayuda a entender de qué manera contribuye cada factor al resultado final, es decir, sirve como herramienta para elegir entre diferentes alternativas y, por tanto, permite comprobar los efectos de diferentes opciones de diseño (anchura, recorrido, densidad…) y mejorar la toma de decisiones.

(*) Puede solicitar información más detallada de este trabajo al autor


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