La extrema competitividad que
existe en la economía actual, unida
a los efectos de la globalización,
obligan a la industria a encontrar
nuevas vías para interactuar y
satisfacer a los clientes. En una
Cadena de Suministro, los fabricantes,
intermediarios comerciales,
transportistas, proveedores y
organismos oficiales colaboran
para entregar la mercancía de forma
rápida y eficaz de modo que el dinero
fluya a través de la economía. Una
Cadena de Suministro optimizada,
supone mejoras de eficiencia que
pueden reducir las necesidades de
inventario, ahorrar costes de transporte y otros gastos de
distribución, y optimizar el time to market.
Forrester (1958), analizando una Cadena de Suministro
Tradicional, observó que un pequeño cambio en el patrón
de demanda de un cliente se magnificaba según fluía
a través de los procesos de distribución, producción
y aprovisionamiento. En cada nivel de la cadena, esta
desviación se amplificaba aguas arriba de la misma en forma
de órdenes de reabastecimiento.
Esa amplificación se debía,
según Forrester, a los problemas derivados de la existencia
de tiempos de suministro (“non-zero lead times”), y la
inexactitud de las previsiones realizadas por los diferentes
miembros de la cadena ante la variabilidad de la demanda.
Más tarde, Lee et al (1997) identifican que la distorsión de la
demanda con respecto a las ventas debida al efecto Forrester
se amplifica aún más debido a los siguientes efectos que
pueden darse incluso de forma simultanea en la Cadena de
Suministro: la lotificación de pedidos, la fluctuación de los
precios de los productos, y el racionamiento y escasez de
productos terminados. Se denomina efecto Látigo (o efecto
Bullwhip) a la amplificación de la varianza en la demanda
de productos, producida por la combinación de estos 4
elementos; amplificación que va aumentando según nos
separamos del consumidor final y nos adentramos en la
Cadena de Suministro.
Alguna de las causas del efecto Bullwhip pueden
atribuirse a la desconfianza entre los miembros de la Cadena
de Suministro que genera una escasez de información dando
lugar a la aparición de problemas de gestión (como pueden ser
los excesos de inventarios, demanda insatisfecha, tiempos de
suministro elevados, etc.): esos se repercuten negativamente
en el objetivo principal de la Cadena de Suministro, que es
conseguir la máxima satisfacción del cliente final (Hosoda y
Disney, 2005).
Disney et al. (2004) comentan el interés que tendría para
el análisis de la variabilidad de la demanda (efecto Bullwhip),
la utilización de nuevas estructuras de Cadena de Suministro,
tales como EPOS (Electronic Point of Sales), VMI (Vendor
Management Inventory), ambas basadas en estrategias
colaborativas entre los miembros que la forman, Reducida y
E-shopping. La particularidad de la cadena Reducida es que
se eliminan algunos miembros respecto a lo que puede ser una
Cadena de Suministro Tradicional. Esto reduce los tiempos
de suministro totales y las órdenes de reabastecimiento, lo
que suaviza el efecto Bullwhipp. La cadena e-shopping (o
de compra electrónica) se caracteriza por estar formada por
dos miembros, fabricante y consumidor final (por ejemplo la
venta de ordenadores Dell).
En este trabajo se analizan las ventajas y desventajas de la
utilización de las estructuras Tradicional y las colaborativas
EPOS (Electronic Point of Sales), VMI (Vendor Management
Inventory) en la gestión de la variabilidad de la demanda a
lo largo de una Cadena de Suministro multinivel. Dichas
estructuras de Gestión de Cadena de Suministro se han
modelado (Campuzano et al., 2008a y 2008b) usando la
Metodología de la Dinámica de Sistemas.
Posteriormente
se simulan con el programa informático Vensim©. Estos
modelos constituyen una herramienta eficaz que permiten al
investigador o al responsable de producción decidir, mediante
la recreación de diferentes escenarios, qué estructura se ajusta
en mayor o menor medida con los objetivos empresariales
(tácticos u operativos) propuestos.