De tanto en tanto, un fugaz vistazo del puerto, ya sea desde lo alto de un edificio o de paso hacia alguna parte, le reaviva las ganas de viajar. ¿Viajar o huir? Se ha repetido tantas veces la pregunta sin poder responderla, que ya se le antoja retórica. Un recurso dramático, que pone un poco de poesía en una vida que por momentos, no merece la pena de ser vivida.

Pero las cosas son así, y cambiarlas requerirían un valor que no siente poseer. Antes, de joven, solía mirar largamente el puerto. Y en los días despejados fijaba la vista en un punto lejano, con tanta insistencia que llegaba a perder noción de la realidad y a sentir que se fundía en ese mar tan ajeno.

Hoy ya no. La edad y la experiencia le han demostrado que los sueños son fugaces, y por esos sus miradas al puerto se han hecho tan fugaces como sus sueños.

Y partir desde ese puerto se ha hecho tan imposible, que no ocurre ni siquiera en el más fugaz de sus sueños.

Mario Guido Perez

Autora: Carmen Aguado

Mas información en: www.carmenaguado.com

(*) Puede solicitar información más detallada de este trabajo al autor

---